El adiestrador de mandriles.

El adiestrador de mandriles.
Diseño de imagen: Manolo García.

jueves, 15 de mayo de 2014

IGNORANCIA E INTRANSIGENCIA.







- Se lamentaron las palabras por no haber sido de nuevo precisas, suficientes y necesarias para hacer verosímil en otros la verdad que contenían, que habían comprobado pacientemente y que guardaban de manera fiel.
El sentir se reveló:


- No existen palabras para quien no quiere comprender, para quien se siente seguro en su ignorancia. Para quien aún no aprieta el peso del dolor, la carga de las necesidades materiales. Para quien no se siente vencido y su razón es la fuerza. No existen para ellos palabras que se antepongan a sus deseos.

No busques encontrar eco entre los que se regocijan en el éxito y el poder, pues viven en la ignorancia de creer que su tiempo siempre será igual y que les corresponde por derecho. En su ignorancia se vuelven desconfiados y en  ellos crece la intransigencia.



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